miércoles, 23 de diciembre de 2009

Me choca la mosca

Hay días en los que, citando a Alex Lora, todo lo que hago me sale mal y yo no sé porqué. Hay cosas que hago en automático, otras me plantean retos y los planes de respuesta deben ser inmediatos. Aún así, a veces me meto en un bucle interminable, similar al de ¿qué fue primero: el huevo o la gallina?

Estos bucles hacen que me sienta como el perro que persigue su cola, dando vueltas en mi propio eje mental, hasta que de plano caigo en la cuenta de lo inútil de la persecución, y luego otra vez, a empezar de nuevo. Éstos bucles terminan antes de irme a dormir, después de haber pasado varios ciclos durante el día, hasta que me llega la inspiración y pienso “que güey, si puedo hacer…” y desenredo el bucle.

Pues bien, así andaba en fechas recientes, practicando la meditación casi-zen mientras me aplicaba un bronceado de monitor (consistente en poner un fondo de escritorio con sol, playa y palmeras, viendo fijamente la pantalla). Mi meditación consistía en un inventario de pistas para determinar porqué todo se estaba yendo directito a la chingada, tratando de expiarme algunas culpas, practicando la amnesia y notando que mi capacidad de empatizar estaba en sus mínimos históricos. La conclusión fue clara: ya nomás falta que me orine un perro.

Así fue como llegó una mosca a chocarme. ¡Chingao! ¿Por qué es tan difícil matar a una mosca? Los mosquitos al menos te pican, te hacen roncha, te da comezón, te rascas, te desangras… pero luego regresan a la escena del crimen, a echarse un sorbo más de sangrita y ¡madres! lo aplastas sin piedad. En cambio una mosca es chocante por naturaleza, nomás llega y te zumba al oído, te chinga, deja su caca y regresa por sus huevos.

La mosca estroboscópica llegó a aventarme sus múltiples miradas, y sin más, se paró en mi playa artificial de 19”. mmmta

-¿No te gustaría incluir como columna en La Mosca en la Red lo de "Me choca"? HGM

¡Uta! Casi me caigo de la silla, me tallé mis ojazos, revisé la foto y el remitente. Si cabrón, me acaban de invitar a la mosca. La misma que me educó, que me dio cultura-contracultura y que yo vi morir en su edición gigante. Que hace poco revivió, con un reencuentro de sus viejos colaboradores viejos, más otros nuevos no tan nuevos.

El “me choca”, que alguna vez fue mi blog autobiográfico y que ahora yacía en lo profundo de mi burocracia. Respondí inmediatamente, con la lelez que caracteriza lo inmediato: “woooow! por supuesto Hugo, casi me caigo al leer tu mensaje. Los siguientes mensajes fueron para formalizarlo todo.

Este blog se cambia de casa, en búsqueda de nuevos rumbos, con varios Virgilios que me guiarán en el viaje. Hoy la chocantería está renovada. Nos vemos en www.lamosca.com.mx

Ricardo Rivera

domingo, 1 de noviembre de 2009

Me chocan las filas

Me choca hacer filas. Quizas este sea otro trauma de la infancia cuando nos hacían tomar distancia por tiempos. Uno podía darle zapes al de enfrente, aunque el efecto dominó aplicaba a la inversa y también eras víctima de los zapes de los más altos, hasta llegar a la maestra que se situaba al final de la fila y aventaba regaños entre dientes y amenazas de "vas a ver al rato en el salón".

Este es otro de los ritos sociales más extraños (como el de ponerle más días a enero para inclinar más la cuesta). Dicen que esto se debe a nuestra condición de país conquistado, ya que los indígenas iban en fila para que aquel que los viera de frente no pensara que eran varios y les apuntara con el fusil. Esto me parece bastante peculiar, porque si no coordinaban el movimiento pendular de los brazos al andar, el que los viera de frente se imaginaría a un wey de ocho brazos y ahí dispararía sin duda.

El caso es que las filas son una herramienta de manipulación social exagerada por los que se resguardan tras su ventanilla de atención. Desde el burócrata hasta el cajero, un método de evitar el tumulto consiste en hacer filas, aunque el resultado sea mas enredado que el trámite mismo. Eso además a generado otro tipo de ocupaciones: el que te dice donde formarte, el que te da el boletito numerado, el que te ahorra la fila a cambio de una lana, entre otros.

Dice el proverbio chido que "No es lo mismo dejar que alguien se forme antes a que se te metan en la cola". Pero es que chingao, cada que me encuentro en la necesidad de sumarme a las filas de algo, luego luego me sale lo chocante. Una vez en el seis flags noté que a cambio de un varo extra te daban una pulserita que te acreditaba como VIP, con lo cual ya no necesitabas hacer fila y te podías subir las veces que quisieras a tu juego favorito. Debo decir además que me chocan los juegos mecánicos porque no le hallo el chiste de que las tripas se te revuelvan y te adornes el cuello con los huevos de corbata. Ahí noté que eso de la polarización de las clases sociales viene desde muy joven, y que los chavitos se harían VIP nomás por desembolsar una lana extra.

Esto me lleva a otro tipo de filas, las de automóviles que procuran estacionarse de 6 a 9 en el periférico, mientras los conductores se dejan llevar por la grata sensación de sacarse los mocos, hacer un karaoke, escuchar los chismes en la radio y las damas hasta maquillarse. Ahí entra el agilizador de tránsito (¿o tranzota?) que se ufana de pitar como en carnaval mientras mueve los brazos a destiempo provocando nudos peores que si pasaran uno y uno.

En fin, el caso es que me choca hacer filas

sábado, 22 de agosto de 2009

Me chocan los chaparritos

Me chocan los chaparritos, bueno quizás nomás sea su actitud, pero la neta son chocantemente chaparros (o la doble che).

Aquéllos iniciados en la onda twittera seguro conocerán a @elnaquito y con esta frase me sacó de la autocensura: "El problema de Calderon no es ser chaparrito sino que no se ponga a la altura de los problemas del país"

El caso es que este tema ya lo tenía pensado por la actitud chocante de unos chaparritos en el ViveLoMismo que se pusieron punks cuando yo buscaba la mejor ubicación para ver a Calamaro. Ante su visión limitada nomás me gritaban: "ora güey! has de ser transparente" entonces volteé y les dije que no, más bien que el pedo eran ellos por chaparros.

La onda es que mientras pensaba en como relatar mi gasto excesivo en cuatro chelas dentro del VisteLoMismo sucedió la tragedia de la Parkita y el Espectrito. Desde el último post pensé que no sería favorable al karma si seguía con el tono de El Gráfico al relatar la nota roja. Pero es que con estos miniluchadores si aplica la frase "de los dos no se hace uno".

Según el Panchito, quien me relato con lujo de detalles el suceso, ambos sujetos se fueron a Garibaldi a festejar su triunfo en Tlane y dispuestos a romper la sequía de su juramento. Ahí se toparon con las goteras quienes les ofrecieron seguir la fiesta en un lugar más discreto. Hasta aquí la historia no tiene nada de peculiar, lo que sí fue cuando "mientras una los distraía bajo el argumento de -acabense de criar, la otra vertía unas gotas en las chelas". Panchito concluyó que hubo dos grandes errores: 1) la gotera les dió dosis de adulto y jamás recalculó el peso/talla de los chaparritos que murieron pasoneados. 2) días después mientras ambas estaban en fuga decidieron llamarse desde los celulares de los ahora fenecidos y la policía rastreó las llamadas hasta dar con ellas... chales!

Es que pinches chaparritos... quién les entiende. Han generado tal cantidad de paros y frases "a la medida" que siempre se quedan cortos. Sirva de ejemplo: "Como los buenos perfumes, vienen siempre en frasco pequeño" o que tal la de "la inteligencia se mide de la cabeza al cielo". Chingao! cual cielo?, si es la estratósfera (a 30.000 metros de altura) los 30 cms de diferencia que los hace chaparros resultan marginales, por lo que su inteligencia no queda comprobada.

Ya nomás debo aclarar que las chaparritas merecen atención aparte, ya que para ellas fueron inventadas las banquetas y los zapatos de tacón. No hay bronca si sales con una chaparrita, pero si una alta sale con un chaparrito ya valió. El susodicho aprovecha para agarrarle la nalga porque no llega ni pa' abrazarla a la cintura. Les dejo de tarea que vean la cara de un chaparrito cuando va con su chava (más alta, of course), camina como chino gandalla arrastrando las suelas, volteando a ver a todos orgulloso de que se ligó a una grandota, aunque le pegue...

Me chocan

jueves, 25 de junio de 2009

Me choca Michael Jackson

Me choca Michael Jackson. Su muerte es lo que nos hacía falta para crear una cortina de humo black or white para tapar tantas madres que nos agobian. Si la crisis tenía múltiples formas (económica, sanitaria, política, de inseguridad) era necesario tener algo igual de bizarro (negro, blanco, chato, nariz picuda, sin nariz) para que en una catarsis colectiva lloremos su muerte. Tenemos pretextos de sobra para tirarnos a la desgracia, pero ahora no, todo se borra y empieza la lista de remembranzas, anécdotas y acaparamiento de "la nota".

Los líderes políticos estarán más que contentos con el evento, así ya no habrá reclamos de justicia, se desviará la atención pública y la vulnerabilidad que nos procuran será diluída en la reflexión de lo ínfimo que es la vida. Los medios formales están inundados de supuestos detalles para saciar nuestro apetito amarillista. A los medios alternativos de redes sociales también los llenaremos de pendejadas y de "ailovius maicol". Se renueva el precepto del imperio romano, ahora, "al pueblo: PAN(bol) y CIR.COm"

Cuando murió mi papá dejé todo de lado, me encerré en mis recuerdos y después pensar en lo que haría sin él. Siempre es así cuando muere un ser querido. Muchos seguramente tienen alguna historia de Michael Jackson y ahora la rememoran. ¿Qué pasa cuando a tu ser querido lo matan? Te matan a tí también en una parte. Por eso el coraje contra Oswald o Chapman o Aburto o quien sea. ¿Dónde está tu coraje cuando matan a alguien que ni conoces? Diariamente, las portadas estan llenas de ejecutados, asesinados y masacrados de un mismo asesino: IMPUNIDAD. Pero nosotros tenemos el antídoto: hacernos pendejos, pagar tres varos y que El Gráfico nos acompañe en el viaje y juntos desayunemos la nota roja.

Hoy mi chocantería sí es hartazgo, sí me tiene hasta la madre...

Si van a organizar movilizaciones masivas por el rey del pop, seguro cantarán sus canciones y aprovechen para reflexionar este coro:

Heal the world. Make it a better place. For you and for me and the entire human race. There are people dying. If you care enough for the living, make a better place for you and for me.

Sana al mundo. Hazlo un lugar mejor. Por tí y por mí y por toda la raza humana. Ahí hay gente muriendo. Si te importa lo suficiente la vida, haz un lugar mejor, por tí y por mí.

Adiós a la consigna "Imagine all the people living life in peace"

martes, 9 de junio de 2009

Me choca mi dispersión

Me choca mi dispersión. Aunque el tema recurrente de cualquiera con adjetivo blogger tiene al menos un post con "No he escrito nada ultimamente porque he estado ocupado...", yo más bien he estado bastante disperso.

Hace algunos meses, cuando este blog estaba en su apogeo, yo dedicaba el tiempo para documentar mis chocanterías como parte de mi Exceso de Tiempo Libre. Ahora desearía que la Tierra se alejara un poco más del sol, para que no se me sumen tan rápido los años y no haga tanta calor. Si el planeta girara más despacio, podría dormir mis ocho horas diarias y dedicarle una parte del día a la familia, a mis múltiples chambitas y a mi jornada burocrática.

La dispersión puede sonar contraria a la chocantería: algo disperso no puede chocar. Pero esto ya fue tema de investigación de grandes físicos y astrónomos y por eso se inventaron la onda de los hoyos negros. En realidad el Big Bang, que fue hace como 13,7 ± 0,2 miles de millones de años, tuvo su origen por una gran cantidad de chocantería bastante densa, hasta que de repente le dio por dispersar esa energía y entró en una fase de inflación cósmica. Nada que ver con el gordocentrismo, pero con lo caro que está todo, hasta esa inflación llegó a este espacio.

Algunos fans y muchos de mis famosisimos contactos ansiaban el regreso de estas líneas. Como siempre, los detractores señalaban que las segundas partes no eran buenas. Como dice Alma de mis cuates de provincia: sabe! Por cierto, dentro de algunos días la negrita y yo seremos papás por segunda ocasión. La onda es que ya regresé recargado de chocantería que he alimentado durante los últimos meses.

Algunas cosas que me han chocado:

1) El invierno cada vez dura menos, y con el pinche calor que hace, lo único que nos recuerda la temporada son los carros con cuernos de reno. Chingao! que ganas de inhibir mi espíritu navideño. (Nota para cuando tenga auto: No le pondré adornos de temporada. Ni siquiera cubrebocas).

2) Me chocan las contingencias. Ya llevo varias ambientales donde los IMECAs se disparan y prohiben la hora del recreo. Pero la de la influenza no tuvo madre. Las recomendaciones promovían la dispersión y si te topabas con algún ser(do) humano lo analizabas concienzudamente pa ver si no era zombi, si de casualidad tosía o estornudaba te tenías que alejar rápidamente, no sin antes propinarle un patín en la espinilla pa que no te persiguiera. Lo único chido fueron esos 5 días con ETL.

3) ¿Que pues con los teóricos del compló? El sospechosismo de este grupo es cada vez más inaudito. Que si la influenza era parte de un experimento ultrasecreto, que si es pa distraer al electorado, que si el PIB descenderá a su mínimo histórico... que Dios nos agarre confesados! Eso que?? desde cuando la confesión limpia los pecados... y los virus!

4) Pinches contreras: los gringos acaban de votar por un negro y aquí lo que suena más es el voto en blanco! mmmta.

5) Pobre México, tan cerca de la concacaf y tan lejos de la copa del mundo: Si lo sé, perdieron los tuzos, se fue el ojitos, los indios de cd juarez se robaron mi afecto al recordarme al pachuca de hace 10 años, la selección no gana de visitante (ni de local tampoco). Ahora a esperar al apertura, chia! ya que estamos a mitad del año, por eso la fama de webones.

En fin, si hay alguien interesado en saber más de la dispersión, caiganle al grupo de autoayuda en facebook, nunca hay reuniones porque los integrantes se honran de ser dispersos.

Mientras tanto reciban unos saludos chocantes y nos leemos próximamente