martes, 30 de octubre de 2007

Me chocan las muletillas I

Me chocan las muletillas.

Pienso dedicarle un espacio por separado a cada una de ellas como parte de los estudios urbanos. No a las de una sola palabra como: esteee, obviamiente, hmmm, wey, ka y demás, sino aquéllas que por su uso las han convertido en parte del argot cotidiano del chilango.

En esta primera parte estudiaremos el significado de una de las muletillas más comunes para despedirse: "hay cualquier cosa me llamas".

Chiales, ni como hacer el paro, pero en fin.

Empecemos por el contexto. Como mencioné es parte de la despedida, uno de los involucrados está a punto de partir y en un afán de abrir a su interlocutor lo corta con la muletilla citada. El otro involucrado asiente y permite la partida. Previo a esta situación, el contenido de la charla está relacionado con llegar a un acuerdo sobre algo.

El significado: Chiales, aquí es tan amplio que tengo que citar la primera del urbanismo "está cabrón, pero ahi como tú veas". El punto está en que con esa muletilla se pretende estar enterado de cualquier cambio de planes, pero no de cualquier cosa, por favor!!

En realidad no sirve para nada, porque nunca se le llama a la persona a pesar de que lo haya solicitado. Y es que es neta, a poco piensan en llamar si van al baño, si se bajan del microbús, si van a cenar quecas, o "cualquier cosa".

Esta es una de las muletillas que más me chocan, y como ya saben, cualquier cosa me dejan un mensaje, porque aquí se aceptan críticas y se devuelven mentadas.

1 comentario:

Lorem Ipsum dijo...

En realidad, en vez "hay cualquier cosa me llamas", debería decir: "ahí, cualquier cosa, me llamas"; pero, vaya, los interfectos también hablan con faltas de ortografía ¡Y encima quieren que uno les entienda!
Por mi parte, me he dado cuenta de que no puedo sostener una conversación con muletillas, porque, inmediatamente, entro en mi estado casi-zen mientras pienso "a ver cómo me deshago de este bolú". ¿Cómo ves, maik?, ¿tengo o no tengo razón?